Hoy entra en vigor la tan
manoseada Ley de Transparencia. Las solicitudes podrán cursarse a través de la
página web transparencia.gob.es de forma que,
cuando no esté colapsada, los ciudadanos podamos conocer la información a la
que tenemos derecho. El gobierno estará
obligado a responder antes de un mes, aunque resulta incomprensible que
para consultar información pública haya que utilizar el DNI electrónico, un
certificado digital de la Fábrica de Moneda y Timbre o una contraseña
suministrada por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. No es
la única carencia, el silencio administrativo hace que cualquier consulta pueda
ser denegada simplemente, dando el silencio por respuesta, y como comprenderéis,
no es de recibo.
Para cumplir con este plazo, se
ha especializado en transparencia a un cuerpo de funcionarios denominados “unidades de
información” que cuentan con un representante en cada subdirección de los
ministerios.
En el caso de que sea denegada (
desgraciadamente, la lista de los motivos es demasiado amplia, desde la
seguridad nacional hasta simples intereses comerciales) el ciudadano, podrá
replantear al Consejo de la Transparencia también por Internet. Si todo esto
falla, te queda el contencioso administrativo, con 300 Euros de tasas
obligatorias, abogado, procurador y hasta 5 añitos de espera.
También el parlamento Andaluz aprobó
su ley de transparencia, que entrará en vigor en junio del año que viene. Esta
norma implica a los ayuntamientos, las Diputaciones, Universidades, al Consejo
Consultivo, al Consejo Económico y Social, a los adjudicatarios de servicios
públicos, a los partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales
Colegios profesionales, a beneficiarios de subvenciones etc. Según la Ley Andaluza,
las administraciones públicas tendrán la obligación de contestar a los
requerimientos de información en un plazo no superior a los 20 días. En
los presupuestos andaluces encontramos algunas medidas legislativas para
mejorar la transparencia, y evitar que las políticas para la formación y el
empleo se conviertan en una orgia de golfos a costa del trabajador y del
parado, así las agencias públicas tendrán las mismas obligaciones de
información que las administraciones. No obstante, no he encontrado partidas
relevantes para hacer posible la entrada en funcionamiento de la nueva Ley el
próximo mes de junio.
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| Jesús Espino, Dtor. Comuniacación Ayto. y de campaña PP |
Sin presupuesto, sin
funcionarios, sin medios, es imposible que el aluvión de preguntas se respondan
solas. Desgraciadamente el silencio negativo impuesto en las leyes de
trasparencia, convierten la obligatoriedad en papel mojado, porque si no te
respondes, debes entender que no tienes derecho. Este aspecto significa un
autentico agravio a los ciudadanos, puesto que en caso de duda, siempre hay que
resolver a favor del débil, es decir, del ciudadano. Ya verán como con su
silencio nos seguirán despreciando.
El papel de los Ayuntamientos en
esta apuesta es fundamental, puesto que es la Administración más cercana al
ciudadano. Nada halagüeño es el puesto 115 en transparencia de las 144
ciudades principales ciudades españolas. La clasificación la ha realizado
Transparencia Internacional y ha abochornado a todos los responsables
municipales. Estadísticamente, nos
colocamos en el percentil 25 de 100, un resultado algo más que lamentable, a
pesar de que en Málaga contamos con la concejal Mariví Romero, responsable del
PP Andaluz de Gobierno Abierto. Recientemente abrieron el portal gobierno
abierto de Málaga, donde supuestamente podemos consultar todos los contratos de
la administración municipal.
La semana pasada denunciaba la
falta de transparencia en la adjudicación de los contratos publicitarios del
Ayuntamiento de Málaga, ahora sabemos que la empresa privada que los adjudica,
fue fundada por la Jefe de Prensa del Partido Popular de Málaga, lo cual
suponemos que será muy cómodo para el jefe de comunicación municipal, y
electoral del Partido Popular, que sólo
tiene que llamar a su compañera Marta Olea para preguntarle a qué medios debe
adjudicar la publicidad. Señor Espino ¿Donde están los millones de la publicidad?.
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