viernes, 23 de agosto de 2013

Dirigentes de las Asociaciones de consumidores se lucran a costa de los más débiles

Hace 8 años tuve conocimiento de un negocio criminalizado llevado a cabo por las compañías aseguradoras: El seguro de decesos. Se trata de un seguro que cubre los gastos de fallecimiento del “beneficiario” que gracias a la inestimable ayuda de Gema González de Frutos (antes Directora General de Seguros y después Presidenta de la Patronal del Seguro en pago a los servicios prestados) estafa a más de 20 millones de personas la friolera de 4,540 millones de €uros.

La Unión Europea exige que este seguro sea capitalizable, reembolsable y transmisible y sin embargo en España las aseguradoras se saltan a la torera la Ley Europea, gracias a lo cual ganan más de 75,000 €uros por cliente, cuando podrían reducir sus primas más de un 80%. La fórmula para calcular el precio de la prima es una auténtica estafa para el asegurado, el cual paga hasta 10 veces su entierro, y además se convierte en un consumidor cautivo de las aseguradoras, puesto que si deja de pagar un sólo mes pierde todo el dinero que ha aportado.

Pero no sólo han contado con la ayuda de las Instituciones, también hay entidades, como las asociaciones de consumidores que han mirado sistemáticamente hacia otra parte cuando les ha llegado alguna de las miles de denuncias que se han puesto en los últimos años. Vaya por delante mi más profundo respeto a las Asociaciones de consumidores, que tienen en sus manos una misión tan importante como defender a los más débiles contra los abusos de los más fuertes. Este respeto se acentúa en el caso de asociaciones que se enfrentan abiertamente al poderoso... siempre que lo suyo no sea simple postureo para ganarse la vida a costa de los abusos que sufren sus asociados.

Hace unos años me dirigí a FACUA con la esperanza de que denunciaran este seguro tóxico, así que me presenté su sede malagueña y pedí una reunión con el entonces presidente. Tras exponerle la situación, me pidió que le realizara un informe jurídico sobre la estafa que sufren (sin saberlo) millones de personas, el cual realicé gustoso y envié

Después de unos meses de espera, me puse en contacto con su portavoz, Rubén Sánchez, para preguntarle qué había sido del informe que me solicitaron, y si pensaban tomar alguna medida. De forma descortés y despectiva me respondió el entonces presidente de Málaga para darme una reunión, a la que acudí con una ex responsable de la mayor aseguradora que, arrepentida por la cantidad de personas a las que había engañado, se ofrecía ( y así nos la mostró) a facilitar toda la documentación para destapar el fraude a los consumidores.

Entregamos el informe y nos prometieron que se pondrían en contacto con nosotros. Nunca más volví a saber del tema.

Empecinado en la honradez del 99% de las personas que integran estas asociaciones (como me consta) me dirigí a ellos nuevamente para denunciarles otro abuso especialmente grave: El abuso en el cobro del agua a las familias más pobres de Málaga, que había visto como les amenazaban con penas de cárcel sino asumían la deuda de agua de propietarios anteriores. Lo único que conseguimos es que dieran una rueda de prensa con la propia empresa suministradora asegurando que son una empresa “modelo” en el trato al cliente. Posteriormente conocimos que habían cobrado 75,000 €uros (junto con la Asociación Al Andalus y Unión de Consumidores)  para dar, supuestamente, unos cursos sobre un tema que tampoco nos quedó muy claro. Todavía seguimos esperando los informes que iban a realizar relativos a los abusos de la empresa EMASA con personas tan desprotegidas como Israel, obligado a firmar un reconocimiento de deuda, y que tras realizar una entrevista con los responsables de Facua Málaga, sigue esperando su respuesta.

Al denunciar estos hechos fui calificado como “mentiroso” y “demagogo” por el propio Rubén Sánchez y personas cercanas. Recientemente ha salido a la luz que Rubén Sánchez facturó a la Unión General Trabajadores más de 10,575 €uros por el "ensobrado de revistas", aunque, tal y como hizo Facua Málaga con el dinero cobrado de EMASA, asegura que se trata de un pago por otros cursos de formación para parados, muy parecido al argumento de los (supuestos) cursos de imparte FACUA Málaga a los sufridos clientes de EMASA La respuesta de Rubén "sigo sin tener elementos suficientes para expresar una opinión rigurosa y objetiva sobre el procedimiento utilizado por el sindicato"es claramente insuficiente y evasiva. Dinero destinado a los parados a acabado en su bolsillo. Y eso bien merece una explicación.

Al final resulta que el propio portavoz de FACUA no es tan transparente como él exige a todos los que hacen dinero deshonrosamente  a costa del consumidor. Algunos dirigentes de las asociaciones de consumidores se han lucrado, y mucho, en la supuesta defensa delos más desprotegidos (otro día hablaremos de otras asociaciones de consumidores que en realidad encubren un despacho de abogados, o como otras denuncian un comportamiento abusivo para cobrar del denunciado y traicionar a sus propios asociados)

También en el ámbito asociativo es necesaria la democracia interna (que lleva muy mal heredar puestos de padres a hijos) y la transparencia, para evitar que, precisamente aquellos que tienen que defender a los más débiles, se lucren a su costa.  

Y me da igual que se haya enfrentado al gobierno, que sea amiguito de Jordi Evolé, o que su papá fundara FACUA. En este país todavía esperamos que alguien pida perdón, y devuelva el dinero. Y si no lo hace por voluntad propia, de sus dirigentes, empleados y asociados depende la defensa de la grandísima honorabilidad que tiene una asociación como FACUA.

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