Dos suicidios en apenas 5 días. Ambos jóvenes desahuciados de
sus casas, víctimas de una burbuja inmobiliaria que enriqueció a muchas
instituciones, entidades y profesionales, que deberían responder de
sus negligencia, puesto que la desgracia de unos, se corresponde con
el beneficio que otros tuvieron en el pasado.
Con la Ley del Suelo de
1997, José María Aznar liberalizó el suelo, que pasó de ser con carácter general un bien protegido, a un bien de mercado, que en
ocasiones era protegido. Esto fomentó la especulación con el
derecho fundamental a la vivienda. Esta liberalización coincidió con la barra libre de liquidez que otorgaba a España su
entrada en el Euro. Ambos factores son los responsables de que
España haya invertido billones de Euros en una actividad poco productiva como la construcción. Poco productiva porque genera
empleo en el corto plazo, pero una vez realizada la obra, esta no
genera mayor valor añadido, ni empleo sostenido en el tiempo. Si se
hubiera invertido el 30% de ese dinero en fábricas, educación o Investigación
& Desarrollo, no estaríamos en la situación que nos ahoga.
Muchos se ha forrado, a costa de los que ahora padecen. Los Ayuntamientos recaudaron miles de millones de euros, pero no han dedicado los fondos a inversión en
infraestructuras, como les obliga la Ley, sino que lo han dedicado en
unos casos a engordar las plantillas municipales, y en otros, a
quedarse directamente ellos con el dinero.
También han tenido su
parte las administraciones públicas, desde las autonómicas, con el
Impuesto de Transmisiones Patrimoniales ( 8%), la estatal con el IVA
en las primeras transmisiones y las municipales con el Impuesto de
Bienes Inmuebles. Pero no acaba aquí la parte de las
Administraciones Públicas. Tenemos las ganancias de los promotores,
o los incrementos patrimoniales, o la Plusvalía Municipal, o los
Actos Jurídicos Documentados.
¿Qué hay de la
responsabilidad privada en la gran estafa inmobiliaria? Debemos
empezar con los Promotores, que antes de adjudicar sus inmuebles a
los bancos y declarar concurso de acreedores ganaron miles de
millones de euros que están a buen recaudo en paraísos fiscales,
tan lejanos como las SICAV españolas. Continuamos con los bancos,
que se repartieron los beneficios, y ahora socializan las pérdidas.
¿ Y los notarios?
Pues los notarios debían
explicar a sus clientes los contratos que estaban firmando no eran
hipotecas, sino préstamos personales con garantía hipotecaria (
normalmente también tenían otra garantía personal, como un aval)
También deberían
explicar las decenas de trampas que esconcen los contratos de
“hipoteca”, como el método de cálculo de la cuota, por la que
tan sólo se pagan intereses durante los primeros años del préstamo,
convirtiéndote en un cliente cautivo de la entidad, puesto que para
finalizar tu relación, te ves sometido al pago de comisiones por el
capital todavía no devuelto.... pero ¿ Te devuelven los intereses
futuros que ya has pagado? La respuesta, es por supuesto, que no.
Existen muchos
responsables, pero sólo una víctima, que paga por todos. Y es tan
injusto e inhumano, que al final, nos encontramos con gente que se
quita la vida por nuestra culpa. Porque todos tenemos parte de culpa.
1 comentario:
Cambiemos la palabra "Culpa" por "Responsabilidad".
La vida misma es una ejercicio de responsabilidad propia, debemos de aprender de una vez a diferenciar una de la otra
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