Una nación es un conjunto de individuos que deciden integrarse en una sociedad dadas su lengua, creeencias o cultura común. En nuestro caso, permitanme (aunque hoy es casi un atrevimiento) que la llame España. Sobre esta infraestructura se encuentra la superestructura económica.
El concepto de nación económica es mucho más difuso, y gracias a la globalización casi inexistente. La economía nacional (superestructura) se encuentra absolutamente integrada en una economía mundial que marca la marcha de la primera.
No obstante, España todavía tiene algo que decir al respecto de su economía, que luego será evaluada por el conjunto de la economía mundial.
Desde que los españoles decidimos hace 30 años dotarnos de un Estado social y democrático de derecho el Producto Interior Bruto ha crecido un 116 %, es decir, hemos doblado nuestra capacidad productiva. El tamaño del Estado ha crecido un 198 %, es decir, se ha triplicado, siendo particularmente interesante la evolución de los gastos del personal de las Administraciones Públicas que han crecido, sólo desde 2001 un 62 %. El coste de los empleados del Estado Central ha pasado en 10 años del 2.9% al 5.75 % de la riqueza nacional.
El Estado cuesta 16,279 Euros al año a ciudadano activo, bien sea a través de impuestos, o deuda que tendremos que saldar en el futuro.Evidentemente esta factura es muy alta para los ciudadanos que tienen que soportar la crisis y financiar a los parásitos que debilitan nuestro sector público.
¿Culpables? Sin duda, las autonomías, que han aumentado el 92 % el número de funcionarios en apenas 10 años. ¿ Soluciones? Clarificar las compentencias estatales y autonómicas, de forma que no tengamos que soportar un Minitro de turismo, un Consejero de turismo y un Concejal de turismo ( además de otros entes)sin que al final haya turista.
Tenemos dos formas de acometer este proceso. Por las buenas y con tiempo (con el famoso consenso que tanto les gustas a los políticos que representan (o secuestran) la soberanía popular o por las malas, teniendo que hacer frente a una bancarrota estatal, que no será este año ni el que viene, pero está al llegar no más lejos del 2020.
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