Paseaba por la preciosa playa de Elviria, cuando me topé por Enboka, un joven (no me importa donde nació) que vende sombreros, gafas de sol, bolsos, regalos... cualquier cosa para (intentar) ganarse la vida y llevar algo de comida a su esposa e hijo. No había vendido nada y ni siquiera tenía para volver a Marbella. También estaba sediento. Pensé el curioso mundo que hemos construido. Mientras unos se tumban al sol, disfrutando de sus merecidas vacaciones, otros se debaten delante de sus ojos intentando sobrevivir.
Me sorprendió la campaña iniciada por las asociaciones de empresarios que a través de sus gabinetes de prensa pedían el endurecimiento de las penas de cárcel contra personas como Enboka, tal y como publicó la revista El Obervador ( mirar enlace )
No puedo abordar el concepto de la propiedad intelectual, pero baste decir que es un concepto muy similar a la inteligencia militar. Una contradicción en sí misma.
No puedo abordar el concepto de la propiedad intelectual, pero baste decir que es un concepto muy similar a la inteligencia militar. Una contradicción en sí misma.
Pero si que abordaré la brutalidad con la que se castigan las faltas de tipo económico en España que contrasta con la impunidad de grandes ladrones, de atracadores de millones de ahorradores, defraudadores de impuestos, malversadores de fondos públicos.
Siempre me ha atormentado la impunidad y servilismo con el que se trata al poderoso, frente a la dureza y crueldad con la que tratamos al débil. Para muestra, un botón.
Durante una recepción en un conocido Hotel- Resort en las cercanías de Marbella, se animaba a perseguir la venta ambulante, a defender la propiedad intelectual. El empresario se presentaba como la víctima, que después de invertir en un producto de calidad, ve como pierde el cliente por un producto más barato y de menos calidad.
Lo gracioso de todo, es que el Hotel se vende como marbellí, cuando no lo es. Se apropia de la marca Marbella, allí donde el terreno cuesta el doble de lugar donde se encuentra este conocido Hotel. Pero no existe ningún problema, si te apropias de la idea o de la marca de alguien, pero eres rico, tienes cierta legitimad para hacerlo. Al fin y al cabo, como los empresarios crean la riqueza, les deberíamos agradecer que tomasen lo que es suyo, que aparentemente lo es todo. [Mode Ironic Off]
En mi opinión ( que cómo decía Clint, es como el culo, todos tenemos una) es legítimo sobrevivir y también ganar dinero. No creo que haga mal el hotel asociando su marca a Marbella, puesto que ambos disponen de un servicio al cliente simplemente, de lujo. El abuso de los derechos sobre la propiedad intelectual sobre los derechos humanos, es una auténtica barbaridad jurídica. Es cruel e inmoral. Hace que el hambriento odie al poderoso, que lo vea como su enemigo, el que le quita el pan y encarcela.
Y eso me hace odiar la condición humana.
Comer suspendido a 50 metros del suelo es una experiencia.— Jose Cosin (@Jose_Cosin) 17 de julio de 2016
Compartir la comida con quien no la tiene, una necesidad. pic.twitter.com/w8YtA3ICGm
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