Esta semana hemos sabido que dos de los principales imputados en la operación Malaya por cohecho y blanqueo de capitales, han transmitido sus propiedades a sociedades interpuestas con el fin de eludir el embargo derivado del impago de sus fianzas civiles que ascendían a 20 millones de Euros. Entre los numerosos bienes inmuebles transmitidos se encuentra la villa donde vivió la entonces feliz pareja formada por Julián Muñoz e Isabel Pantoja en una conocida urbanización de Puerto Banús. El valor total de los bienes supera con creces los 20 millones de Euros destinados a paliar el daño que causó su presunta activad delictiva a la sociedad de Marbella. A la Justicia no sólo debemos pedirle que actúe sobre las personas presuntamente delincuentes, sino también sobre sus patrimonios, puesto que de nada sirve que se les condene, si no reparan el daño causado. Al final se irán de rositas y delinquir les habrá salido rentable…Y a propósito de faltar, la semana que pasada se reunió el Sr. González Fustegueras con la Sra. Muñoz. Los promotores dicen que no dan terrenos puesto que ya los aportaron en su día, y lo que hiciera el Ayuntamiento no es su problema. Se acabó la luna de miel que comenzó cuando la alcaldesa electa se reunió con la cúpula de PROMOTUR en un conocido complejo de Golf, junto con Carlos Rubio y Alba Echeverría. Hacia de maestro de ceremonias el cuñado de Ángeles, a la postre secretario e la patronal de promotores.
La alcaldesa le dijo a González Fustegueras, que le faltaban terrenos para los equipamientos y el Sr. Redactor le respondió que para eso estaban las compensaciones. La única solución es que las comunidades de propietarios demanden a los promotores que les transmitieron el “libres de cargas y gravámenes” y ahora resulta que no es así. Si los compradores de buena fe quieren que la ciudad les ayude, que ellos también ayuden a la ciudad, de lo contrario Marbella no recuperará los equipamientos.
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