Marbella tardará varias generaciones en recuperarse del daño infringido por los corruptos que nos gobernaron. No sólo me refiero a la pérdida de equipamientos, sino al virus del enriquecimiento fácil o la vida subvencionada que ha entrado en el alma de muchos de nuestros vecinos. Lo siento, pero alguien tenían que decirlo.Son miles las personas que se alimentaron, y sostuvieron, al régimen corrupto.
Los últimos culpables no se encuentran en “montañas o desiertos lejanos”, no se engañen. Pero este mal tiene cura. Necesitamos los equipamientos, pero no pueden pagarlo las compradores sean de buena o de mala fé. Los que seguro que son de buena fé son los ciudadanos que han visto su nivel de equipamientos y servicios públicos reducido. ¿La solución? Todos los compradores tienen una escritura pública que dispone que el vendedor vende “libre de cargas y gravámenes”, y ahora resulta que ni es, ni era así, porque las cargas afloradas provienen de un incumplimiento del promotor de ceder suelos al Ayuntamiento. El Código Civil prevé, y nuestra jurisprudencia ha desarrollado, que cuando un promotor vende un inmueble con “cargas ocultas” el comprador puede exigir al vendedor, no sólo el pago de la carga, sino que puede exigir incluso la resolución contractual, es decir que le devuelvan su dinero a cambio del inmueble, para ello la ley marca un plazo de un año desde el otorgamiento de escritura. También puede pedir, según la jurisprudencia, que el promotor satisfaga la carga directamente al Ayuntamiento. Por ello, los compradores deben interponer las acciones judiciales y les debe ayudar tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento, porque es la única forma de sacar este Plan adelante, y es en beneficio de todos. De esta forma, si se ganan las demanadas civiles, las cargas las pagará quien se enriqueció, el promotor. Y si pagaron a Roca en “B”, es su problema, no el nuestro.
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