sábado, 6 de octubre de 2012

Decadencia democrática y el Derecho de Rebelión.


Las personas que convivimos en alguno de los Pueblos de este país,  llamado España, no nos merecemos los parásitos que nos gobiernan. Han convertido lo público en su negocio, su “modus vivendi” que parasita a la sociedad española. 

Son muchas las causas de la decadencia política española (reconocida ya por el Poder Judicial), permítanme apuntar algunas de ellas: En primer lugar, existe una falta absoluta de democracia en los Partidos Políticos, en contra de los que exige la constitución. En estos entes, las bases NUNCA rara vez votan algo, y cuando lo hacen, el resultado se encuentra debidamente "cocinado". Manda el jefe, y se hace lo que dice. Y punto. Esto ocurre en todos los partidos del espectro político español, y nunca mejor dicho.

La Constitución española  exige un comportamiento democrático que en los partidos brilla por su ausencia. Y esta es una de las primeras claves de su decadencia. No transmiten la voluntad de sus votantes, sino que son “correa de transmisión” de los intereses de la oligarquía que nos gobierna.

En segundo luhar, las personas, de rodillas ante el poder político, que a su vez esta sometido al económico, hemos perdido nuestra condición de ciudadanos, para convertirnos nuevamente en vasallos. Esta vez del gran capital, representado por los mercados, que al final son un grupo de ricos sin escrúpulos que gobiernan el mundo a través de las multinacionales, los fondos de inversión, la banca etc

Los políticos rompieron el contrato social malgastando dinero en obras faraónicas cuyo único objeto era el cobro de comisiones, y ahora cediendo la soberanía de las personas al capital, con la excusa de “no tener otro remedio”


A nivel colectivo todos los Pueblos de España tienen el Derecho a la libre determinación, reconocido por España en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que en su artículo primero establece que:



1. Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural.
(...)
3. Los Estados Partes en el presente Pacto, incluso los que tienen la responsabilidad de administrar territorios no autónomos y territorios en fideicomiso, promoverán el ejercicio del derecho de libre determinación, y respetarán este derecho de conformidad con las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas.


Desde la convicción de que España existe, y muchos ( como yo) nos sentimos españolas, pero respetamos a quien se sienta catalán, valenciano, o andaluz

Existen alternativas, y son posibles y realizables. La soberanía debe volver al Pueblo. La crisis debe pagarla quien la causo, que precisamente es quien tiene recursos para pagar la factura del festín que se dieron a costa de las jóvenes generaciones, que tienen todo el derecho del mundo a sentirse engañadas. Como estafados nos sentimos las personas que vemos como el Parlamento vota, una y otra vez, leyes en contra de la voluntad de las personas. Aun sin compartir todos sus argumentos, reproduzco la declaración de independencia escrita por la Comisión de los cinco: Adams, Franklin, Jefferson, Livingston  y Sherman:

Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad.

La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, consagró el camino para lograr estos principios irrenunciables, los Derechos Humanos

Considerando esencial que los Derechos Humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;



Este principio fue incorporado por el juez Pedraz en su último (y famoso) auto de archivo del #25S:


El hecho de convocar bajo los lemas de rodear, permanecer de forma indefinida …,exigir un proceso de destitución y ruptura del régimen vigente, mediante la dimisión del Gobierno en pleno,disolución de las Cortes y de la Jefatura v del Estado, abolición de la actual Constitución e iniciar un proceso de constitución de un nuevo sistema de organización política, económica o social en modo alguno puede ser constitutivo de delito, ya no solo porque no existe tal delito en nuestra legislación penal, sino porque de existir atentaría claramente al derecho fundamental de libertad de expresión, pues hay que convenir que no cabe prohibir el elogio o la defensa de ideas o doctrinas, por más que éstas se alejen o incluso pongan en cuestión el marco constitucional, ni,menos aún, de prohibir la expresión de opiniones subjetivas sobre acontecimientos históricos o de actualidad, máxime ante la convenida decadencia de la denominada clase política.

¿Es posible salvar la (falsa)  Democracia española? Por supuesto que si. Para ello debemos acordar un nuevo acuerdo social, sobre el que sustentemos el nuevo contrato social, donde caben todos. Este nuevo contrato debe realizarse con la participación de todas las personas que quieran vivir en sociedad. Estos son los principios de debate propuestos por la Acampada Sol por supuesto, estoy encantado de escuchar y aprender de los suyos:

1/ Reforma electoral encaminada a una democracia más representativa y de proporcionalidad real y con el objetivo adicional de desarrollar mecanismos efectivos de participación ciudadana.

2/ Lucha contra la corrupción mediante normas orientadas a una total transparencia política.

3/ Separación efectiva de los poderes públicos.

4/ Creación de mecanismos de control ciudadano para la exigencia efectiva de responsabilidad política.


Si logramos que el amor entre las personas venza a los incentivos perversos inculcados por el sistema de capitalismo de casino que hemos creado, encontraremos el camino para convivir en sociedad, y hacer posibles nuestros anhelos e ilusiones, que no son otros que un mundo más feliz y más humano.

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