¿ Han cumplido los notarios con la función social que tienen encomendada?

Generalizar sobre comportamientos humanos es una injusticia. Mi respeto a todos los notarios que hayan cumplido con su deber, y mi solidaridad por las dificultades económicas que sufren, consecuencia de sus excesos pasados. Dicho lo cual, el artículo 1 del Reglamento notarial (2 de junio de 1944) establece que:

Como profesionales del Derecho tienen la misión de asesorar a quienes reclaman su ministerio y aconsejarles los medios jurídicos más adecuados para el logro de los fines lícitos que aquéllos se proponen alcanzar.

¿Han asesorado a los afectados por las hipotecas? Resulta evidente que no. En primer lugar, es el banco quien escoge siempre “su notario de confianza”, cuando el Código Civil establece que será el comprador quien pueda elegir el notario. Es lógico, puesto que es quien paga los elevados honorarios y aranceles notariales.  

La relación entre el Notario y el Banco, es algo más que íntima. Los Notarios han obtenido elevadísimos beneficios de su alianza bancaria. La notaria “de confianza”, por ejemplo, de Banesto, en mi ciudad, ha hecho auténticas fortunas, firmando decenas de hipotecas, con sus respectivas compraventas por las que cobran .

Los notarios aseguran que sus aranceles son los más bajos de Europa ,y aseguran que fueron fijados en 1989. En realidad, eso no es así. Efectivamente, los aranceles notariales fueron aprobados por el Real Decreto 1426/89 de 17 de noviembre, pero desde entonces han sufrido 5 ,modificaciones, la última el pasado año 2010. Resulta bastante estremecedor que el Consejo del Notariado falte a la verdad en su propia web.

Continúan los notarios explicando qué es una hipoteca, según dice:

La hipoteca, que es la garantía que el deudor, u otro por él, proporciona al que presta el dinero. Consiste en que un inmueble (o varios) se ofrece y sujeta como garantía de que se va a devolver el préstamo, de manera que si éste no se devuelve en los plazos pactados, el banco o caja de ahorros puede, con unos procedimientos abreviados, vender en pública subasta el inmueble hipotecado para cobrar lo que se le debe, quedando el sobrante para otros acreedores o, en su defecto, para el deudor.

Muy bonito. El problema es que en España ningún consumidor ha firmado una hipoteca. Han firmado préstamos personales con garantías hipotecarias y avalistas. La diferencia no es pequeña. De los préstamos personales respondemos con nuestros bienes presentes y futuros, así como los avalistas.

Esta es la primera GRAN ESTAFA, llamar hipoteca a lo que no lo es. Jamás he visto a un notario explicando a SU cliente en qué consiste la cláusula suelo de su hipoteca, o por qué durante los primeros 20 años de hipoteca tan sólo pagas intereses, y nada de capital prestado, por la sencilla razón que al banco le interesa tener “atrapado” el máximo tiempo posible, sin que puedas escapar, a no ser que pagues unas abusivas comisiones de cancelación anticipada, sobre la totalidad del capital, que no pagas hasta el final, gracias al cuadro de amortización “francés” (así lo llaman)

Tampoco he visto a ningún notario explicando en que consiste la subasta notarial del inmueble, por la que se lo adjudican al 60% de su tasación en el momento actual. Podríamos continuar, explicando que la Base sobre la que calculan sus honorarios no es la cuantía hipotecada, sino la “responsabilidad máxima hipotecaria”, es decir, la máxima cantidad que puedes deber al banco habida cuenta de la deuda contraída, La responsabilidad máxima hipotecaria incluye:

• 1. El principal del préstamo.
• 2. Los intereses ordinarios y de demora, que suelen ser usureros, en torno al 25%
• 3. Todas costas y gastos de ejecución.

Una vivienda que costara 200.000 €uros, con una hipoteca de 150.000 €uros (nos encontraríamos con un comprador prudente) tendría que pagar al notario alrededor de 4.000 €uros, además de otros 3000 Euros para el Sr. Registrador, que vuelve a calificar la escritura ya otorgada por el notario y generosamente pagada por el comprador. Siete mil euros pagados, supuestamente, para evitar abusos y sorpresas. Triste es encontrar, que muchos notarios no miraban por los derechos de los compradores, sino por los intereses de los bancos.